viernes, 12 de febrero de 2016

Huelgas y tiranos

Tras varios años de pausa no me queda otra que volver a escribir en este blog, que ya en su día fue referente de las quejas a un servicio de transporte público indecente, malo y caro. Y aquí seguimos, con otro nombre de la empresa, pero todo exactamente igual.

Llevamos ya varios días sometidos a la tiranía impertinente del señor Anadón y sus secuaces, un secuestro en toda regla al ciudadano, permitido y contemplado, como siempre ha pasado, por todos los componentes de nuestro Ayuntamiento, tanto los que gobiernan como la oposición.

Leía ayer una noticia diciendo que unos usuarios se habían "amotinado" en un autobús, y algunos espabilados de turno defendían el derecho de huelga del conductor que pretendía hacerles bajar del mismo, y que tuvo que continuar el recorrido y cumplir con la prestación de un servicio público. Es lógico y normal: el derecho al servicio de transporte de 600000 personas debe ser respetado, y aunque el derecho a huelga de esa persona es muy respetable también, los servicios no pueden entrar en huelga por su naturaleza, por tanto es un problema de la empresa el prestar dicho servicio contentando a unos y otros, pero ya sabemos que la inutilidad de AUZSA les impide llegar a estos extremos.

De cualquier modo es totalmente injustificado para el ciudadano el motivo de la huelga, puesto que está perjudicando a personas que a veces no tienen ni para comer, y que a causa de llegar tarde a sus trabajos los están perdiendo, o que tienen que dejar a sus hijos solos en casa sin poder llevarlos al colegio porque tienen que coger el autobús una hora antes. Eso no es tolerable, señores conductores, y deberán asumir las consecuencias.

Y es aquí donde voy a arremeter contra El Periódico de Aragón, que ayer tuvo la indecencia de borrar un comentario que puse, en el tono más correcto posible, y sin faltar a nadie al respeto. Parece que aquí lo único que se busca es endulzar la cruda realidad, pues no, señores, lo que puse es lo que hay: nos vamos a hartar y algún conductor, sin culpa alguna, pagará las consecuencias. Consecuencias de una empresa que sólo quiere saquear las arcas públicas, de un comité brivón y de un Ayuntamiento cómplice de la situación. Y si al señor Anadón no le gustan estas palabras, que se vaya  a plantar coles.

Por si acaso la memoria flaquea o no quieren ustedes recordar las consecuencias de la que les hablo, les voy a poner un vídeo del año 86, tampoco hace tanto de esto:

Por mi parte, a partir de ahora, y hasta que la huelga termine, he vuelto, y de la misma forma que mi opinión, educada y acorde a la de la mayoría de ciudadanos de esta ciudad, ha sido censurada, desde aquí no dudaré en denunciar la mezquindad y tiranía de estos conductores.