lunes, 8 de septiembre de 2008

El verano ya pasó... y pocas cosas han cambiado.

Si bien es cierto que aún faltan unos días para que se dé por terminado el verano, prácticamente ya todo vuelve a la normalidad. Y por desgracia, respecto a TUZSA, pocas cosas han cambiado: las frecuencias siguen mal, los conductores siguen enfadados con la empresa, los usuarios siguen hartos de esta estafa de transporte público... Y el servicio, lejos de mejorar, continua su espiral de decadencia. Los flamantes autobuses sacados del museo de TUZSA, que han estado en la calle prestando servicio y que supongo que los jubilaran con honores de veteranos, han dado más de un quebradero de cabeza a conductores y usuarios. A los primeros porque han tenido que lidiar con vetustos artefactos dignos de salir en películas ambientadas en otra época, y a los segundos, entre los que un servidor se incluye, porque el hecho de recordar viejos tiempos a fuerza de tener que montar y utilizar forzosamente las tartanas de TUZSA no es que sea una experiencia apasionante. Si quisiera algo así me iría a un parque de atracciones.

Pero bueno, todo depende del lado desde el que se mire, y si uno prefiere reír por no llorar, pues para ello se han podido disfrutar estampas como esta:


Este autobús se quedó en esta pose tras decir "basta", y dando un pequeño susto al conductor y a los ocupantes. Y es que a quién se le ocurre meter semejante patata en una de las líneas que más uso tienen: la 24. El autobús en cuestión se quedó así a las 9 de la mañana, y a la 1 del medio día aún estaba por allí porque no se lo habían podido llevar:


Supongo que la política de recortes de TUZSA en lo que a mantenimiento se refiere tendrá también algo de culpa (o bastante) en casos como el de arriba, o como los expobuses, autobuses flamantes y nuevos, recién comprados, y que ya suenan a carracla. Y es que estoy seguro de que no he sido el único que durante estos 2 meses ha visto a los mecánicos de Iveco (qué suerte que estén aún en garantía ¿eh?) reparando algún expobús a lo largo de su ruta.

En lo que sí que parece que se ha mejorado es en el tema del aire acondicionado, que si bien sigue sin ir como debería (recordemos que TUZSA dispone de una flota de saunas rodantes), en los autobuses que funciona éste lo hace en condiciones.

Resumiendo, estamos peor o a lo sumo igual que hemos estado últimamente en lo que a TUZSA se refiere. Y para colmo el conflicto laboral interno sigue ahí, lo cual tampoco ayuda precisamente a mejorar el servicio por el descontento existente. A ver si cuando TUZSA eche cuentas y saque las cifras de beneficios que ha tenido con todos los viajeros de la Expo nos da un cachito del pastel (de ilusiones se vive).

Un saludo.