viernes, 26 de octubre de 2007

Recargando la tarjeta bus

Cuando apareció la tarjeta bus todos mostramos gran alegría, pues al fin se incorporaba la tecnología en el pago de los abonos de TUZSA. Además, aparte de que ya no se dobla ni se rompe como los bonobuses que durante tantos años nos acompañaron, incluyó otra novedad: permitía cambiar de autobús tantas veces como el usuario necesitara dentro de una hora sin volver a cobrar el precio del abono cada vez que montara en un autobús distinto.

Pero claro, no todo iba a ser así de bonito, y llegó el problema de hacer las recargas. Al principio no había demasiadas terminales para recargar la tarjeta: cajas de ahorros, algún kiosko y la oficina del Caracol, pero poco a poco se fueron incorporando más lugares de recarga. No obstante, estos lugares figuraban sólo a efectos del plano de "sitios para recargar la tarjeta bus", y es que no pasó mucho tiempo antes de que las máquinas puestas en sucursales de cajas de ahorros y supermercados dejaran de funcionar. Por si fuera poco, muchos de los kioskos que en un principio recargaban la tarjeta, colgaron un hermoso cartel en las puertas en el que se podía leer contundentemente "No se recarga la tarjeta bus".

A esto había que unir otra dificultad que ha acompañado a los usuarios desde que se instaló este sistema: ¿por qué narices a las máquinas de recarga les cuesta tanto tragar el billete? Y de esto hablo con conocimiento de causa, cuando ayer mismo me costó seis, sí, seis veces, el intentar meter 5 euros en mi tarjeta. Y los billetes no estaban doblados ni rotos ni nada por el estilo, tampoco es que estuvieran recién salidos del Banco de España, pero se podía ver que tenían poco uso. Cuántas veces hemos visto a sufridores en el dichoso aparatito del demonio que una y otra vez les tiraba el billete (porque no es que te lo devuelva, directamente te lo tira como con desprecio) y no podían recargar su tarjeta. Menos mal que en algunos sitios, como Galerías Primero, puedes recargar en las cajas sin necesidad de pelear con las máquinas infernales esas.

En fin, otra anécdota más de todo lo que rodea a TUZSA.

3 comentarios:

Unknown dijo...

en TUZSA hasta las grandes ideas y las grandes mejoras les salen mal...

Anónimo dijo...

Buenas

Yo nunca he tenido muchos problemas para meter los billetes. Siempre los meto con la banda brillante hacia arriba y de ese lado. Alguna vez me los ha devuelto, pero eso ha sido porque los ha cogido en oblicuo, cosas que pasan.
Lo que nunca he entendido es por qué motivo las máquinas de las cajas de ahorros están dentro de la sucursal y no fuera, de forma que cuando la chapan, es una máquina menos que puedes usar, y la cai la suelen cerrar por la tarde, y no abren hasta las nueve o así, de forma que los que entramos a las siete y media a trabajar, debemos ser espabilados el día anterior o dejar que nos dé el sablazo el conductor...
una pena

Anónimo dijo...

sois tontos de remate.
las tarjetas van bien